viernes, 3 de enero de 2014

Nuestro vacío


Haydee De Alba Carranza


En este post tratare acerca del vacío en Epicuro que a su vez devela la importante relación entre universo y alma. Ahora que estamos en época navideña, año nuevo y días que invitan a la reflexión me pareció oportuno abordar la relación de la ciencia natural y la ética a partir de este elemento. El que apareció en medio de cavilaciones acerca de tales fechas. Pues son días en que se suele comprar y comprar, y en medio de toda esa vorágine de compras que no parecen compulsivas por estar justificadas en la convivencia armoniosa y en el amor que se da y recibe, apareció la pregunta por la necesidad de consumir, de llenarse, pero llenar ¿Qué?.  El post girara en torno al modo de ver este vacío en nuestros días y en Epicuro en los suyos. Un vacío existencial que, visto desde Epicuro parece sustentarse en la ciencia física. Vacío visto en el alma como el deseo que pide ser llenado. Al final dejo abierta una pregunta que exigiría mucha más investigación pero que dado lo tratado en este post tiene mucha pertinencia.

Mientras que en medio de las tremendas compras compulsivas se pretende asegurar el relleno de nuestra persona y que de algún modo podría uno arriesgarse a decir que ese vacío que se busca llenar, y no precisamente porque uno se sienta solo y triste sino porque todo el derroche de dinero en productos repercute, además de en el llenado de los bolsillos de todos los empresarios, comerciantes involucrados, en que nos sintamos aliviados en una situación de bienestar o confort. De manera casi inconsciente se admite que lo que hemos comprado ha venido a cubrir algo que llamamos deseo o en otros casos, se asegura, una necesidad. Algo, pues, que necesitaba ser cubierto ya fuese porque faltaba que se llenase por completo o porque se encontraba completamente vacío. Es así que este juego de palabras no dice más que lo que es obvio pero que suele olvidarse, que si no hubiera tal vacío, tal deseo, o en ocasiones necesidad, no existiría.

                Epicuro parte de la ciencia física y del entendimiento de la naturaleza para hacer calca de lo que sucede en ellas, en la moral y ética humanas. El vacío físico que supone Epicuro hace ver en el comportamiento humano también un vacío en su existencia, tomando al deseo como la muestra más evidente de esto, pero en tal consideración también se muestra el vacío espiritual. El deseo, pues, no es puramente corporal sino que constituye, sin que se haga patente una dualidad, también el espíritu (digo que no se trata de una dualidad como lo pensamos ahora en nuestros días porque el alma o espíritu también es materia, igual que el cuerpo)[1].En este sentido nuestro autor parte de la naturaleza y el cosmos para hablar del deseo, como el vacío que siempre está requiriendo ser llenado y por tal motivo hace al hombre moverse.

Entre nosotros se habla de un vacío existencial, como si se fuera en busca de una esencia que nos constituyera como personas, humanos, la cual estaría cubierta por ese vacío que no nos dejara apreciarla o como algo que estando presente en el cuerpo y espíritu es siempre desplazada por el vacío que se hace patente en el deseo, se trataría de una suerte de descubrimiento. Una esencia que formara parte de toda la serie de relaciones del universo y que desde siempre, desde que somos humanos nos constituyera.

                Pero el caso es que también en Epicuro el deseo es necesario para existir. Esto admite a su vez que el hombre está constantemente vacío. ¿En qué sentido puede hablarse del vacío existencial que se genera a partir del espiritual y que puede llamarse deseo (el cual es necesario para que el hombre lleve a cabo cualquier acción)? ¿No estaría Epicuro asegurando más tarde un vacío existencial en el hombre como suponemos hoy ese vacío, como falto de esencia “humana”? Bueno, resulta que a partir de que nuestro filósofo asegura que todo está cubierto por átomos, el vacío no significa lo inexistente[2] sino que es como se denomina al espacio por el que circula todo y por el que de hecho es posible hablar de movimiento. El vacío no estaría, en este sentido, vacío sino siempre lleno. Es el espacio por el que fluye todo átomo y todo compuesto de éste; pero cabe decir que, si todo está compuesto por átomos este vacío o espacio es lo que no está compuesto por esos sino lo que los sostiene. Pero por otro lado, si todo está hecho de átomos aquello que no sea por los mismos compuesto ¿Seguiría siendo materia? Porque de no ser así el espacio (el vacío epicúreo) sería inexistente como materia, atómica al menos. Y en este sentido el vacío, el espacio, aunque estuviera ocupado siempre por átomos, él en sí mismo seria inexistente en cuanto materia de tal tipo. Y regresaría la cuestión de si ese vacío, espacio cósmico del que se desprende la teoría ética epicúrea asegura en ésta el vacío existencial y espiritual, en el cuerpo y el alma. Como desde el primer post, nuevamente se muestra que lo que parece dar movimiento e iniciar acción en la vida del hombre es también el veneno que puede desequilibrarla.

                Un vacío existencial que asegura el movimiento vital en todo ser humano, según Epicuro, que expresado mediante el deseo se vuelve generador de actividad que retribuye en el placer humano, y que llevado justamente en un equilibrio permite la felicidad y tranquilidad del hombre es un vacío positivo. El alma es un resplandor del cosmos que en su interior (del alma) están dadas ya de algún modo las normas éticas, el modo correcto de actuar del hombre. Y dado que se acepta esto en Epicuro, que lo que rige en la naturaleza ha de regir en el mundo humano, la relación alma cosmos aseguraría siempre el vacío existencial y espiritual en el hombre, dada esta relación alma cosmos.

La idea de la esencia del hombre en Epicuro y aun en nuestros días, es alimentada por la relación alma cosmos que asegura un vacío en cada uno de nosotros. Pensar una esencia del hombre para actuar entre nosotros es recurrir a algún tipo de materia que la respalde, pues aunque podamos hallarla en nuestro interior sería preciso que algo fuera de nosotros la avalara,  como una organización cósmica, algo con lo que podamos contrastar y que de manera necesaria resulte la esencia buscada. Pensar en la esencia de lo humano es pensar a su vez en que hay algo que nos falta para ser humanos, o que teniéndolo aún no hemos descubierto, pensamos en que hay un vacío que no nos permite apreciarla o que tal vacío es necesario que sea llenado por la esencia humana, pero según Epicuro ese vacío es lo que hace mover al hombre y forma parte de su esencia de ser hombre.

                El vacío aquí fue un intento de mostrar que lo que hoy consideramos como búsqueda espiritual puede tener un fundamento en una visión universal cósmica de las cosas, como hace tiempo lo había pensado Epicuro. Pero valdría la pena abrir la siguiente pregunta: ¿Qué implicaciones tiene tratar de hacer una calca de las ciencias físicas en la ética? ¿Es completamente valido imitar lo que sucede en la naturaleza en el comportamiento humano? Porque si hemos de pensar en que el hombre se sume de vez en cuando en un vacío existencial-espiritual y pensamos ese vacío como lo pensó Epicuro, como necesario dada la relación alma-cosmos, entonces tal vacío es parte de su esencia y el deseo, en su expresión más común del vacío, sólo debe equilibrarse: el vacío sólo debería equilibrarse. Pero ¿qué justificaría nuestro comportamiento según la naturaleza? Las preguntas siguen abiertas, ¿Es posible que no actuemos en el plano de la ética siguiendo parámetros de las ciencias físicas sin que eso signifique actuar erróneamente?

Bibliografía
García Gual, C., Jesús Imaz, María, La filosofía helenística, Síntesis, España.
García Gual, Carlos, Epicuro, alianza, España, 2002, (Col. Biblioteca temática- clásicos de Grecia y Roma, en col. Libro de bolsillo).



[1] Aunque en la teoría Epicúrea se hace la distinción entre los átomos que constituyen el cuerpo y los que constituyen el alma, estos son más sensibles que los del cuerpo y por ello conducen al sabio a una vida feliz. García Gual, C., Jesús Imaz, María, La filosofía helenística, Síntesis, España, p. 75.
[2] Parménides, un pensador presocrático pensaba en el vacío como lo inexistente. Ibíd., p. 70

jueves, 2 de enero de 2014

La industria pornográfica



Montserrat Rueda Casales

En el artículo anterior mencioné que, éste último tratará sobre la propuesta de Beatriz Preciado, acerca del segundo aparato de control, el pornográfico. El cual maquina a partir de la mitad del Siglo XX, llegando para quedarse. Sin embargo, esto no quiere decir que sus orígenes sean recientes, pues la misma filósofa al buscar su genealogía la encuentra en el museo. El historiador Walter Kendrick en 1987 afirma que por los años de 1755 y 1857 en Pompeya se encontraban imágenes de cuerpos, ubicados precisamente en el museo, pero uno que no estaba abierto a toda la comunidad, sino que sólo los hombres aristócratas tenían acceso. Así la palabra pornografía nace en este contexto, proviniendo del griego: (porno-grafei: pintura de prostitutas, escrita de la vida de las prostitutas)[1] término declarado por el historiador de arte alemana C.O. Müller.  
Se verá presente también en la Europa del Siglo XIX durante los años 1840-1850 como:
“descripción de la prostitución y de la vida de las prostitutas en la ciudad como una cuestión de higiene pública.”[2]
Haciendo así a la pornografía como un conjunto de medidas que regularicen la salubridad en cuanto al acto sexual en el espacio público, junto con todo lo que incluya la higiene de un poblado como el control de los desperdicios.

Pero ya pensando más en una época que nos es más cercana, el siglo XX con el discurso que tienen algunas feministas (en las décadas de los 80´s y 90´s[3]) como Andrea Dworkin y Catherine Machinnon[4], donde ven la pornografía  como un lenguaje patriarcal y sexista que producía violencia contra el cuerpo de las mujeres[5]. Quienes perciben dicha industria bajo el ángulo ya citado, muestran al cuerpo femenino junto con toda su persona como una criatura que está tan subsumida por el poder del patriarcado que es incapaz de percibir la marginación que vive, y pues claro ¿cómo no han de afirmar esto algunas? Si los comienzos de la pornografía  del siglo que nos antecede fue creada por hombres y para hombres, y efectivamente, se presenta a la mujer cosificada.
“Cine para hombres: […] Las tías están siempre dispuestas. Las mujeres violadas en el fondo disfrutan. Medias de rejilla, minifalda de puta, top minúsculo, zapatos imposibles con tacón y plataforma […]”[6]
Bajo esta idea se conciben posturas distintas en el feminismo, y este será un feminismo liberal, donde se esté a favor de la industria pornográfica, pero hecha por mujeres, para hombres y mujeres.
“[…] Hay que ganarse el sexo, no me abro las piernas sólo porque tú me lo pidas. Sexo siempre consentido. Un vestido chulo de Miss Sixty, de Armani o de Mango, unos tejanos y una camiseta […]”[7]
Esta cara del feminismo ha continuado hoy en día y ha crecido gracias a la industria del cine. Una de tantas que menciona Beatriz Preciado es Annie Sprinkle quien ha sido productora de películas feministas y actualmente es activista ecosexual[8] impartiendo conferencias.
Por otro lado, la directora de cine feminista, Erika Lust hace una invitación[9]: […] veremos cómo atrevernos con este controvertido género y cómo acercarnos a él sin perder nuestra óptica crítica femenina. Podemos y debemos disfrutar sin sentirnos ofendidas.[10]
He hablado de cómo ha evolucionado la pornografía hasta nuestros días, pero esto no es lo único que Beatriz Preciado propone, pues recordemos que esta industria es una parte del aparato de control sobre el cuerpo, aunque claro, ella dice que no es para ponerse paranoicos, sino más bien somos usuarios. Sin embargo, en una entrevista[11] afirma que todo el sistema nos lleva a la destrucción[12], estando de acuerdo con ella, me quiero enfocar ahora en demostrar esto. Con este fin, me apoyaré de una película que sale en cartelera este mismo año Don Jon[13] donde muestra a diversos personajes, los cuales son la representación de cuerpos controlados por el mismo aparato pornográfico, pero de diversas formas: Jon y su adicción con la pornografía, lo motiva a ser un mujeriego y buscar a chicas sólo por su físico, es el prototipo de macho alfa y se encarga de mantener un físico agradable a la vista. Pero tiene problemas con su vida sexual, pues aspira a lo que le vende el porno hecho por hombres y se da cuenta que las mujeres con las que se topa no son realmente así. Sin embargo, Esther le mostrará que con  su adicción tiene un problema, para esto debe dejar de pensar en lo ficticio para aspirar a lo real y al fin sentir placer sin ataduras (su adicción), no seguir la farsa que esos videos le han enseñado.
Barbara que es educada por Walt Disney y cree en las historias de princesas, como en el amor verdadero, sueña con encontrar a su príncipe azul y para ello, trata de cambiar a Jon ordenándole cómo deben hacerse las cosas bajo la justificación: “Si en verdad amas a una mujer, harás lo que sea por ella”.
Así vemos a dos figuras frustradas: a Jon con su fijación por el porno, buscando cumplir sus fantasías, pero en la vida real eso no sucede, hasta que se permite abrir y liberarse del aparato que lo controlaba. La otra figura, Barbara que piensa en encontrar la felicidad cuando tenga a su príncipe azul, sin embargo, este personaje no tiene la capacidad de  percatarse que lo único que hace para llegar a su fin, es manipular a los demás.
Como Preciado, otras feministas tratan de reeducar a los cuerpos apoyándose de la pornografía. En el caso de las directoras de cine, como Erika Lust, se proponen cambiar el modo de ver el porno tanto para hombres como mujeres. Dejar de verlo como algo grotesco, donde la mujer es un objeto. Enseñar al espectador cómo realmente se hace el acto sexual para que llegue a ser satisfactorio hacia todos los implicados, y demostrar que el acto sexual no debe sujetarse a lo que Playboy, y otras similares, han enseñado por décadas, pues ya se ha dicho que son cosas irreales como ofensivas. Sino que las películas porno, hechas por mujeres preparadas, muestren algo erótico,  así mismo placentero donde lo fílmico se ajuste a la realidad.





Bibliografía:
Don Jon, 2013.
Lust Erika, “Porno para mujeres”, Ed. Melusina, España, 2008 http://www.scribd.com/mobile/doc/141553620?width=1280
Preciado Beatriz, “Museo, basura urbana y pornografía”, http://es.scribd.com/doc/43011341/Museo-Basura-Urbana-y-Porno-Preciado
Sprinkle Annie, Stephens Beth, “Asumiendo la postura ecosexual” http://www.museoreinasofia.es/actividades/annie-sprinkle-beth-stephens



[1] Beatriz Preciado, Museo, basura urbana y pornografía
[2] Ibídem.
[3] No hablaré sobre el inicio de la industria pornográfica a mediados del Siglo XX, puesto que esto ya lo he comentado en un artículo anterior, donde se habla de las pin-ups como Bettie Page.
[4] Quienes por cierto son catalogadas dentro del gran campo del feminismo como feministas radicales. 
[5] Op. cit, p.42.
[6] Erika Lust, Porno para mujeres
[7] Ibíd., p.24.
[8] Forma de vida responsable al pensar en no afectar a la naturaleza en todas las actividades que se llevan a cabo a diario, donde viene implicada la vida sexual.
[9] En su libro Porno para mujeres
[10] Ibíd., p.10.
[12] Esto ya lo he explicado también en otro artículo, dedicado a ella misma.
[13] Un proyecto de Joseph Gordon Levitt, donde precisamente muestra la cultura norteamericana y nos muestra al aparato pornográfico cómo opera, desde la misma adicción del protagonista: los videos porno, como los comerciales para vender una hamburguesa: y ponen a una mujer en bikini haciendo analogía de su propio cuerpo con el alimento para provocar un impacto publicitario en el espectador y corra por el producto que le venden.

El verdadero rostro de las industrias farmacéuticas


Montserrat Rueda Casales


Richard John Roberts ganador del Premio Nobel de Medicina 1993  denuncia como operan las grandes industrias farmacéuticas.
En el artículo anterior concluí afirmando a dónde nos está llevando el sistema capitalista, y concordé con Beatriz Preciado en que a la destrucción, porque nuestra cultura no es hedonista, más bien se disfraza de ésta, pero que quede claro que ciertamente no lo es. Como Foucault dijo en su momento, sobre el control-estimulación, que  ya se ha explicado en artículos anteriores, está pensado siempre desde los aparatos de control hacia el cuerpo y este último es dirigido hacia donde los primeros tengan intereses.

En estos dos últimos artículos, me encargaré de hablar a lo que Beatriz Preciado se refiere como la industria Farmaco-pornográfica. Este texto, será dedicado exclusivamente a las industrias farmacéuticas, mientras que el último a la pornografica.

Sobre la empresa farmacéutica. Los aparatos de control, en términos de Foucault, sólo pueden seguir trabajando si se realiza el control-estimulación, en la farmacia lo que sucede es que no dan la cura de x enfermedad, porque si hicieran realmente eso, no tendrían las mismas ganancias que actualmente tienen. En una entrevista que se puede encontrar en Pijamasurf, Richard J. Roberts como investigador, hace a un lado la hipocresía y en una entrevista afirma:

“[…] He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad…

- ¿Y por qué dejan de investigar?
- Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento.”[1]

Efectivamente, lo que la industria farmacéutica hace para tener un negocio sustentable es, no permitir que el enfermo se recupere del todo, ya que si se diera la cura definitiva, se tendrían enormes pérdidas monetarias. Únicamente brindan al consumidor medicamentos con los cuales se puedan eliminar los padecimientos, pero no llegan a eliminar de raíz el problema y como dice Richard J. Roberts, se dan medicamentos con la finalidad de generar otros malestares y proseguir con la venta de medicamentos.

“Richard J. Roberts denunciaba recientemente que las farmacéuticas orientan sus investigaciones no a la cura de las enfermedades, sino al desarrollo de fármacos para dolencias crónicas, mucho más rentables económicamente.”[2]

Sobre el control-estimulación, la segunda incide en que al individuo se le brinda la posibilidad de tener menos dolencias, pero no se da la completa cura, como resultado brinda la esperanza de apaciguar el padecimiento, aunque no se ve mucho las consecuencias a futuro, que una vez llegadas traerá síntomas de enfermedad y el individuo busque la “ayuda” que le otorga la Medicina. 

Además también el ganador del Premio Nobel hace referencia a la relación que tienen estas industrias con la política:

“[…] en nuestro sistema, los políticos son meros empleados de los grandes capitales, que invierten lo necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.

- De todo habrá.
- Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos – y sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras… “[3]

¿Acaso estas palabras no concuerdan con lo que primeramente Foucault decía acerca del “control-estimulación” y secundariamente con Beatriz Preciado cuando habla de la industria fármaco-pornográfica como la que, a partir del Siglo XX, posee el control?

Y para finalizar con el apartado farmacéutico,  estas empresas invierten más en publicidad que la misma investigación, a pesar de que z medicamento obtenga la patente por parte de w empresa, y esto signifique que por unos 20 años recupere lo que perdió en la actividad de indagación:

“Mientras que la investigación y el desarrollo de fármacos recibe alrededor de un 13% del presupuesto, la parcela dedicada a marketing se sitúa entre un 30 y un 35% del presupuesto anual. Por tanto, se gasta más del doble en promocionar un medicamento que en su descubrimiento y desarrollo.”[4]

Considero que con dichas cifras queda al descubierto cuál es la prioridad de estas empresas, y es el consumo de sus productos. Donde entre ellas se verá peleada la lucha por el poder que involucra el control del cuerpo.



[1] Premio Nobel de Medicina: Farmacéuticas bloquean fármacos que curan porque no son rentables, Pijamasurf
[2] Cuba crea cuatro vacunas contra el cáncer: una lección a las farmacéuticas que no será noticia, Cuba información: una brecha en el bloqueo mediático. Sobre este artículo, es curioso analizar (desde el título) como un país, Cuba, que se encuentra en el grupo de los subdesarrollados está haciendo una inversión para encontrar la cura a varias enfermedades desde el cáncer de pulmón en el año 2012, como también ha elaborado investigaciones sobre el SIDA. En 1985, elaboró la vacuna para la meningitis B, hepatitis B, o dengue. Para más información, véase el link: http://www.cubainformacion.tv/index.php/lecciones-de-manipulacion/47891-cuba-crea-cuatro-vacunas-contra-el-cancer-una-leccion-a-las-farmaceuticas-que-no-sera-noticiawww.somoselmedio.org/  
[3] Premio Nobel de Medicina: Farmacéuticas bloquean fármacos que curan porque no son rentables, Pijamasurf
[4] La industria farmacéutica hoy, Periodismo humano

La farmacopornografía el aparato de control sobre el cuerpo en el S XXI


Montserrat Rueda Casales


Como en el artículo anterior mencioné, este último texto está dedicado a la filósofa Beatriz Preciado[i] con su propuesta sobre el aparato de control que surge a mediados del Siglo XX y sigue constante en nuestra época actual. ¿A qué aparato me refiero? A lo que ella llama la industria farmacopornográfica. Una de las que habla es Playboy.[ii] Primero comienza con una revista donde posan mujeres y posteriormente, se hace la construcción de las mansiones.  Esta industria bien hace uso del método al que Foucault se refería en cuanto al erotismo y la sexualidad: control-estimulación. Este mecanismo no sólo se quedó en la estimulación de los hombres heterosexuales, las mujeres homosexuales o las que deseaban ser como las modelos,[iii] sino que además hubo gran difusión de las pin ups[iv] en la milicia de EU[v] durante la Segunda Guerra Mundial, también entró a las casas imponiendo cómo es que una mujer debe vestirse, comportarse; y en la familia qué es lo que deben consumir, pues estas modelos salían promocionando hasta qué televisión o lavadora comprar.

Regresando al Siglo XIX, en su conferencia ¿La muerte de la clínica?, Preciado nos habla de la importancia que tenía el aparato controlador, la clínica, al hacer la distinción entre lo normal (el heterosexual) y lo anormal (el homosexual), debido a que se procura la procreación, y es así como durante mucho tiempo se pensó que la homosexualidad era una enfermedad, pues se veía como un problema para lo que el sistema procuraba realizar. Es así como los homosexuales para no ser tratados como anormales tienen familias y aparte a su pareja. En el S XX se verá cómo es que este sistema se comienza a colapsar con la liberación sexual, pero no por ello se puede decir que hay una total libertad por lo que antes he dicho. Sino que se hace una modificación de control sobre el cuerpo. Pero, ¿por qué colapsa el control de la clínica? Pues es sencillo, después de la búsqueda de la procreación, la población aumenta y durante la Segunda Guerra Mundial, a las mujeres se les permite hacer mayores trabajos al estar ausente el hombre, ya finalizada la guerra, no hay marcha atrás. Las mujeres quieren hacer más cosas que solamente atenerse a ser madres de familia, se van emancipando de la vieja ideología poco a poco y van ocupando diferentes cargos en la sociedad. Pero siempre imperante el símbolo pin up como guía.[vi] En la moda de los 60´s ya bien se verá a las mujeres usar faldas cortas como muestra de libertad, aunque para los conservadores sería de rebeldía. A pesar de buscar ocupar más un lugar en la sociedad, la mujer no dejará de estar dentro del sistema que lo controla la industria farmacopornográfica. Ni tampoco el hombre de esto se salva, pues ya está la industria Playboy operando. En la misma década de los 60´s, la mujer ya no desea, como un siglo atrás, quedar embarazada y la píldora es la más vendida.
Ya más a finales del Siglo XX, en la década de los 80´s los homosexuales se verán en crisis con la venida del SIDA y los activistas comprenderán el desplazamiento del control de la Medicina al Mercado y exigirán que se haga una pronta búsqueda de la cura para la enfermedad, pues lo que se estaba haciendo era: dividir al grupo que se sometía a la medicación, a unos les daban placebos y a los otros medicinas. Para presionar, se hace la famosa frase: “Open the Pills”.

Beatriz Preciado no está de acuerdo en el pensamiento que se ha quedado del S XIX sobre la necesidad de la heterosexualidad para que haya procreación, si afirma que es una manera, pero en parejas homosexuales como muchas veces también en heterosexuales, ya sea en los segundos porque uno de ellos sea infértil o que haya otro problema. Existe la reproducción asistida, donde el hombre deposita su esperma en un recipiente y posteriormente, la mujer lo introduce en su organismo, pero este modo es visto como anormal. Hasta en este tipo de procedimientos, Preciado señala que el mismo esperma (por emanar del hombre) es percibido como el soberano, el que dona y el útero (por ser parte de la mujer) es pasivo. Cuando también la mujer puede donar su útero y ser un agente activo.
Para finalizar, ya después de haber hablado un poco de los cambios que se han ido dando y los estereotipos que se han inventado para que la gente siga. En una entrevista que le hacen a la filósofa, le preguntan: ¿Pero esta no es una cultura hedonista?[vii] A lo que ella responde:

“No. El hecho de que lo que mueve la cultura sea el placer no quiere decir que el fin sea hedonista. El objetivo es la producción, el consumo y, en último término, la destrucción. El reto de lo que debería ser una izquierda para el siglo XXI es tomar conciencia de ese estado de depresión colectivo, a diferencia de la derecha, que vive en la euforia del consumo, de la producción de desigualdades, de la destrucción. La izquierda tiene que decir: mierda, la estamos cagando, y eso tiene que llevar a un despertar revolucionario. Y creo que eso puede venir de esos que hemos apartado a los márgenes de lo político: los gays, las lesbianas, los yonquis, las putas. Ahí hay modos de producción estratégicos para la cultura y la economía, y ahí se están produciendo soluciones.”[viii]

Y estoy de acuerdo con ella, las industrias nos quieren crear necesidades para que aspiremos su consumo, pero además vendiéndonos que con x producto obtenemos z entidad; esto va hacia diferentes ámbitos: los alimentos, la vestimenta, los productos para el cuerpo, vehículos, etc. Y no nos estamos dando cuenta de que todas esas industrias, la gran mayoría, con su sobreproducción hacen daño al planeta, a los ecosistemas, a otras especies y a nosotros mismos. Se nos está vendiendo la idea de belleza y juventud, acompañada de la característica de ser lampiño/a. En la misma entrevista Preciado dice, son los hombres los que más se depilan. La industria farmacopornográfica es la que intenta controlarnos y digo intenta, porque nos hemos vuelto consumidores y podemos decidir no ser partidarios. Pero no somos tan diferentes a otros siglos, todavía aún se debe trabajar en lo que se considera ser normal y anormal. Así que concluyo diciendo[ix], sí. El sistema capitalista nos está llevando a la destrucción.




[i] Que como en mi segundo artículo se puede saber, ella además de filósofa es activista del Movimiento Queer y así mismo del Feminismo.
[ii] Surge en 1953 por Hugh Hefner. Beatriz Preciado en su obra Pornotopía habla precisamente de la Mansión Playboy. Es también justamente en el mismo año donde se da el caso del soldado americano George W. Jorgensen quien se convierte en transexual, llamándose Christine.
[iii] Como el caso de Bettie Page, todo un icono que a pesar de haber tenido mala reputación en su tiempo, debido a un incidente que sucedió y la impidió seguir trabajando como pin up. Actualmente es muy recordada y apreciada, no por nada será reconocida como la Reina de las pin ups. (Si se quiere saber la vida de esta mujer y gran icono de la liberación sexual femenina se puede ver una película llamada The Notorious Bettie Page: http://www.youtube.com/watch?v=uW_0QxI_o-s Donde sale la actriz Gretchen Mol como la famosa ya mencionada).
[iv] Son las personas que se muestran en una fotografía o ilustración, donde regularmente son mujeres, en posiciones sugerentemente eróticas.
[v] Fueron utilizadas como un símbolo de control-estimulación hacia los soldados que se encontraban en combate o sabían que irían a la misma. Estas imágenes eróticas fueron patrocinadas por el mismo gobierno.  
[vi] El estereotipo que de preferencia se debe seguir, y se plantea una doble moral: se presentan  imágenes de mujeres coquetas y sugerentes, donde se muestra la liberación sexual, pero por otro lado, se muestran haciendo quehaceres del hogar, no todas por supuesto, pues otras serán usadas para promocionar productos
[vii] Sánchez Mellado Luz, Entrevista: Beatriz Preciado
[viii] Ibíd.
[ix] A lo que comenté en mi primer artículo respondería.

Bibliografía:
Beatriz Preciado, “Farmacopornografía” http://elpais.com/diario/2008/01/27/domingo/1201409559_850215.html
Beatriz Preciado, “¿La muerte de la clínica?” http://www.youtube.com/watch?v=4aRrZZbFmBs
Sánchez Mellado Luz, Entrevista: Beatriz Preciado”, http://elpais.com/diario/2010/06/13/eps/1276410414_850215.html

Obras principales:
Pornotopía
Testo Yonqui
Manifiesto contra-sexual
Museo, basura urbana y pornografía


Si es mi tranquilidad no la tuya ¿Por qué hacer algo por ti?

Haydee De Alba Carranza

En esta ocasión hablaré un poco de la ética de Epicuro, que me pareció interesante abordar porque, según lo que se ha venido tratando en los post anteriores, pareciera que la filosofía epicúrea apuntara hacia un individualismo radical. Siguiendo al placer como forma de lograr la tranquilidad pareciera sugerirse una desunión de nosotros para con lo exterior, pero, como veremos, no es así. En su momento Epicuro trataba precisamente de soltarse y de soltar al hombre de cualquier atadura, quería que éste fuera libre, buscaba dar esperanza en medio de la desesperanza social. Por lo que rechaza el determinismo y asumirá la libertad en la materia, la cual, conformando al hombre en tanto compuesto atómico, hará libre al hombre al menos en lo espiritual. Comienzo con unas preguntas que pretenderían arrancar de la cotidianidad el sentido negativo que se le da al egoísmo y que, sin embargo, se asume en la base de las acciones humanas cotidianas (generalizando) como el actuar “correcto” hacia una vida tranquila, como lo que asegurara la obtención personal de lo placentero no sólo en lo inmediato sino a lo largo de aquella. Con Epicuro veremos que no es un placer inmediato el que se busca sino un placer que se extienda hacia cualquier rasgo de nuestra vida, no se trata, pues, de coleccionar placeres sino de vivir el placer que proporciona la tranquilidad del alma.
Así, pues, comienzo:
¿Qué me importa la vida de los otros y su tranquilidad? ¿Por qué debería actuar de algún modo correcto para con los otros? ¿Cómo deberíamos actuar, según Epicuro, con los demás? ¿Pues que no se trataba de encontrar la tranquilidad en la vida, en la de uno?
Sí, las fuertes agitaciones sociales de su tiempo, el de Epicuro, habían orillado a los pensadores a preguntarse acerca de las cuestiones personales que aunque desde siempre el hombre había padecido, entonces se hacían patentes. En el fondo, todo este preguntar era producto de una necesidad de resolver asuntos que no permitían una existencia feliz y en paz. La polis se había quedado sin ciudadanos, por decirlo de alguna manera, pues no eran las personas que se habían interesado por el bienestar del pueblo las que ahora lo componían. Sus ciudadanos eran personas que procuraban por su individualidad más que otra cosa.
                Nuestro filósofo, envuelto y hecho por este pueblo, asumiría el placer corporal como lo primordial: más importante es darle al cuerpo lo que le haga falta que dirigirse hacia la vida pública. Sin embargo, es una dirección doble, es decir, lo mismo que lleva hacia la individualidad regresa hacia la colectividad. Epicuro no se queda en la superficialidad del placer corporal, le da un origen y éste se encuentra en el alma, que como ya ha sido mencionado en un post anterior, no es incorpórea, está hecha junto con el cuerpo. El alma es lo que tiene la facultad de sentir y pensar; el cuerpo, en este sentido, es sólo un medio. Por lo que, cuando se goza, en la raíz quien goza es el alma. El placer que se proporciona al cuerpo es en realidad para ser proporcionado al alma. Entonces, el placer corporal es sostenido por el placer espiritual.
                De este modo se revela que si los placeres han de regularse para evitar caer en el disgusto, ha de ser también por la razón de que el cuerpo actúa debido al alma.  La tranquilidad del alma que se busca se hace más entendible al hacerse evidente la relación  placer corporal y placer espiritual. Es más fácil ver por qué todo placer corporal satisfecho satisface también al alma, y por qué es necesario satisfacer (no excederse) dichos placeres. Pues, en realidad, este tipo de placeres serían una extensión del placer espiritual: se nos mostrarían como lo único visible de lo que anima al hombre a hacer.
                La razón de que se le otorgue el poder al alma de impulsar el cuerpo a hacer, es que la materia es espontánea. Si bien las cosas (en general), son compuestos de pequeñas partículas específicas, Epicuro no se lanza hacia un determinismo. Tales partículas actúan de manera repentina, no hay necesidad de que actúen.  Así, si las partículas que componen el alma actúan espontáneamente, el comportamiento de ésta también lo será. De modo que el hombre teniendo un alma que no actúa necesariamente y siendo ésta su motor, el hombre mismo no actúa necesariamente. Podemos decir entonces que se trata de libertad, como opuesto a lo que siempre es determinado, en al actuar humano.
                Esto es de suma importancia porque precisamente de aquí se desprende su ética: el modo de actuar no sólo para mi beneficio sino para los demás también. Con libertad decide uno qué hacer en contra o en pro de los demás, pero de dejarse así la sola libertad no sería posible ni siquiera apreciar formas dadas en la vida cotidiana, órdenes en los que se desarrollan los objetos. Pues ¿cómo siquiera decir que algo es “algo” sino es constriñendo esa libertad pura dentro de límites que den forma?  Y en Epicuro se busca la tranquilidad espiritual, lo que representa ya un objetivo y por ende un límite, pero un límite que no tiene fondo, pues de otro modo se estaría regresando al determinismo. Dicha tranquilidad se quedaría como algo abierto dentro del hombre de modo de que asegurara su libertad.
                El placer espiritual que llevaría a la tranquilidad quedaría, por tanto, también abierto. Pero para que uno logre entender esta apertura espiritual es necesario superar las barreras del egoísmo. Éste es tomado negativamente, como el que restaría apertura. De hecho, niega la apertura, el camino hacia la ataraxia, es un límite que no se debe tomar como referencia para reconducir la libertad humana ni mucho menos para lograr la felicidad del sabio.
                El egoísmo, pues, al ser un límite que niega esta apertura a la tranquilidad del alma, no es el camino para llegar a ella. Sino que será el altruismo[1] la dirección que deberá tomar el actuar humano para llegar a ese fin deseado: la ataraxia. De este modo la ocupación de uno mismo, de nuestra felicidad, debe darse también dando a los otros, haciendo con y por los otros. La ética epicúrea es posible, entonces,  desde la individualidad. Si uno pretendiera el objetivo epicúreo debería ser  ocupándose también de los otros.

Bibliografía
García Gual, Carlos y Jesús Ímaz, María, La filosofía helenística, Ed. Síntesis, España, 2008 (Filosofía, hermeneia).
Mondolfo, Rodolfo, “La ética de Epicuro y la conciencia moral” en La conciencia moral de Homero a Demócrito y Epicuro, [Trad. Orbedan Caletti], 2ª ed, Ed. Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA), Argentina, 1968 (Col. Ensayos).



[1] “(…)Que la felicidad del sabio encuentra en el egoísmo una limitación, que es, inevitablemente, negación; en cambio, en el altruismo encuentra la afirmación de su plenitud y elevación.” Mondolfo, Rodolfo, “La ética de Epicuro y la conciencia moral” en La conciencia moral de Homero a Demócrito y Epicuro, [Trad. Orbedan Caletti], 2ª ed, Ed. Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA), Argentina, 1968 (Col. Ensayos), p. 60.